2
Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes. En ese tiempo, un mensaje de Dios llegó a Juan, hijo de Zacarías, que vivía en el desierto.
3
Entonces Juan fue de un lugar a otro, por ambos lados del río Jordán, predicando que la gente debía ser bautizada para demostrar que se había arrepentido de sus pecados y vuelto a Dios para ser perdonada.
4
Isaías había hablado de Juan cuando dijo: «Es una voz que clama en el desierto: “¡Preparen el camino para la venida del Señor ! ¡Ábranle camino!
5
Los valles serán rellenados, y las montañas y las colinas, allanadas. Las curvas serán enderezadas, y los lugares ásperos, suavizados.
6
Y entonces todas las personas verán la salvación enviada por Dios”» .