40
»Ahora, Dios mío, te ruego que tus ojos se mantengan abiertos, y atentos tus oídos a las oraciones que se eleven en este lugar.
41
»Levántate, SEÑOR y Dios;ven a descansar,tú y tu arca poderosa.SEÑOR y Dios,¡que tus sacerdotes se revistan de salvación!¡Que tus fieles se regocijen en tu bondad!
42
SEÑOR y Dios,no le des la espalda a tu ungido.¡Recuerda tu fiel amor hacia David, tu siervo!»
Footnotes 1
[a].
"no le des la espalda a" . Lit. "no vuelvas el rostro de" .