38
y si en la tierra de sus captores se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma, y oran y dirigen la mirada hacia la tierra que les diste a sus antepasados, hacia la ciudad que has escogido y hacia el templo que he construido en tu honor,
39
oye tú sus oraciones y súplicas desde el cielo, donde habitas, y defiende su causa. ¡Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti!
40
»Ahora, Dios mío, te ruego que tus ojos se mantengan abiertos, y atentos tus oídos a las oraciones que se eleven en este lugar.
41
»Levántate, SEÑOR y Dios;ven a descansar,tú y tu arca poderosa.SEÑOR y Dios,¡que tus sacerdotes se revistan de salvación!¡Que tus fieles se regocijen en tu bondad!
42
SEÑOR y Dios,no le des la espalda a tu ungido.¡Recuerda tu fiel amor hacia David, tu siervo!»