9
Entonces Josué hijo de Nun fue lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés puso sus manos sobre él. Los israelitas, por su parte, obedecieron a Josué e hicieron lo que el SEÑOR le había ordenado a Moisés.
7
Moisés tenía ciento veinte años de edad cuando murió. Con todo, no se había debilitado su vista ni había perdido su vigor.
8
Durante treinta días los israelitas lloraron a Moisés en las llanuras de Moab, guardando así el tiempo de luto acostumbrado.
9
Entonces Josué hijo de Nun fue lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés puso sus manos sobre él. Los israelitas, por su parte, obedecieron a Josué e hicieron lo que el SEÑOR le había ordenado a Moisés.
10
Desde entonces no volvió a surgir en Israel otro profeta como Moisés, con quien el SEÑOR tenía trato directo.
11
Solo Moisés hizo todas aquellas señales y prodigios que el SEÑOR le mandó realizar en Egipto ante el faraón, sus funcionarios y todo su país.