33
Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu desciende y permanece es el que bautiza con el Espíritu Santo”.
31
Yo ni siquiera lo conocía, pero, para que él se revelara al pueblo de Israel, vine bautizando con agua».
32
Juan declaró: «Vi al Espíritu descender del cielo como una paloma y permanecer sobre él.
33
Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu desciende y permanece es el que bautiza con el Espíritu Santo”.
34
Yo lo he visto y por eso testifico que este es el Hijo de Dios».
35
Al día siguiente Juan estaba de nuevo allí, con dos de sus discípulos.