2
Y habĂa quien decĂa: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos: hemos por tanto tomado grano para comer y vivir.
3
Y habĂa quienes decĂan: Hemos empeñado nuestras tierras, y nuestras viñas, y nuestras casas, para comprar grano en el hambre.
4
Y habĂa quienes decĂan: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras y viñas.
5
Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquà que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas á servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas: mas no hay facultad en nuestras manos para rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros.
6
Y enojéme en gran manera cuando oà su clamor y estas palabras.
7
MeditĂ© lo entonces para conmigo, y reprendà á los principales y á los magistrados, y dĂjeles: ÂżTomáiscada uno usura de vuestros hermanos? Y convoquĂ© contra ellos una grande junta.
8
Y dĂjeles: Nosotros rescatamos á nuestros hermanos JudĂos que habĂan sido vendidos á las gentes, conforme á la facultad que habĂa en nosotros: Âży vosotros aun vendĂ©is á vuestros hermanos, y serán vendidos á nosotros? Y callaron, que no tuvieron quĂ© responder.
9
Y dije: No es bien lo que hacéis, ¿no andaréis en temor de nuestro Dios, por no ser el oprobio de las gentes enemigas nuestras?
10
También yo, y mis hermanos, y mis criados, les hemos prestado dinero y grano: relevémosles ahora de este gravamen.
11
Ruégoos que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares, y sus casas, y la centésima parte del dinero y grano, del vino y del aceite que demandáis de ellos.
12
Y dijeron: Devolveremos, y nada les demandaremos; haremos asĂ como tĂş dices. Entonces convoquĂ© los sacerdotes, y juramentĂ©los que harĂan conforme á esto.
13
Además sacudĂ mi vestido, y dije: AsĂ sacuda Dios de su casa y de su trabajo á todo hombre que no cumpliere esto, y asĂ sea sacudido y vacĂo. Y respondiĂł toda la congregaciĂłn: ¡AmĂ©n! Y alabaron á Jehová. Y el pueblo hizo conforme á esto.