8
Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener cargo de reparar las aberturas del templo.
9
Entonces el sacerdote Joiada tomó un arca, y le hizo en la tapa un agujero, y la puso junto al altar, a la mano derecha a la entrada del templo del SEÑOR; y los sacerdotes que guardaban la puerta, ponÃan allà todo el dinero que se metÃa en la Casa del SEÑOR.
10
Y cuando veÃan que habÃa mucho dinero en el arca, venÃa el notario del rey y el sumo sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo del SEÑOR, y lo guardaban.