10
            
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos;
      
 
      
            
              11
            
y estén apercibidos para el día tercero, porque al tercer día el SEÑOR descenderá, a ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí.
      
 
      
            
              12
            
Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis a su término; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.
      
 
      
            
              13
            
No le tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. En habiendo sonado 
largamente  la trompeta, subirán al monte.
      
 
      
            
              14
            
Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.
      
 
      
            
              15
            
Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no lleguéis a mujer.
      
 
      
            
              16
            
Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y 
un  sonido de trompeta muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que 
estaba  en el real.
      
 
      
            
              17
            
Y Moisés sacó del real al pueblo a recibir a Dios; y se pusieron a lo bajo del monte.
      
 
      
            
              18
            
Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.
      
 
      
            
              19
            
Y el sonido de la trompeta iba esforzándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz.
      
 
      
            
              20
            
Y descendió el SEÑOR sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó el SEÑOR a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
      
 
      
            
              21
            
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Desciende, requiere al pueblo que no traspasen 
el término  por ver al SEÑOR, porque caerá multitud de ellos.
      
 
      
            
              22
            
Y también los sacerdotes que se llegan al SEÑOR, se santifiquen, para que el SEÑOR no haga en ellos estrago.
      
 
      
            
              23
            
Y Moisés dijo al SEÑOR: El pueblo no podrá subir al monte de Sinaí, porque tú nos has requerido diciendo: Señala términos al monte, y santifícalo.