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Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro dĂas hasta esta hora yo estaba en ayuno; y a la hora novena mientras oraba en mi casa, he aquĂ un varĂłn se puso delante de mĂ en vestido resplandeciente.
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Y dijo: Cornelio, tu oraciĂłn es oĂda, y tus limosnas han venido en memoria en la presencia de Dios.