14
            
Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos,
      
 
      
            
              15
            
y si abominareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis derechos, no poniendo por obra todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto;
      
 
      
            
              16
            
yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en balde vuestra simiente, porque vuestros enemigos la comerán.
      
 
      
            
              17
            
Y pondré mi ira sobre vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
      
 
      
            
              18
            
Y si aun con estas cosas no me oyereis, 
yo  tornaré a castigaros siete veces 
más  por vuestros pecados.
      
 
      
            
              19
            
Y quebrantaré la soberbia de vuestra fortaleza, y tornaré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.
      
 
      
            
              20
            
Y vuestra fuerza se consumirá en vano; que vuestra tierra no dará su fruto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.
      
 
      
            
              21
            
Y si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, 
yo  añadiré sobre vosotros siete veces 
más  plagas según vuestros pecados.
      
 
      
            
              22
            
Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten los hijos, y destruyan vuestros animales, y os apoquen, y vuestros caminos sean desiertos.
      
 
      
            
              23
            
Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino 
que  anduviereis conmigo en oposición,
      
 
      
            
              24
            
yo también procederé con vosotros, en oposición y os heriré aún siete veces por vuestros pecados.
      
 
      
            
              25
            
Y traeré sobre vosotros cuchillo vengador, en vindicación del pacto; y os recogeréis a vuestras ciudades; mas 
yo  enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo.
      
 
      
            
              26
            
Cuando 
yo  os quebrantare el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis.
      
 
      
            
              27
            
Y si con esto no me oyereis, mas procediereis conmigo en oposición,
      
 
      
            
              28
            
yo  procederé con vosotros en contra y con ira, y os castigaré 
aún  siete veces por vuestros pecados.
      
 
      
            
              29
            
Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas.
      
 
      
            
              30
            
Y destruiré vuestros altos, y talaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará.
      
 
      
            
              31
            
Y pondré vuestras ciudades en desierto, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.
      
 
      
            
              32
            
Yo asolaré 
también  la tierra, que se pasmarán de ella vuestros enemigos que en ella moran;
      
 
      
            
              33
            
y a vosotros os esparciré por los gentiles, y desenvainaré cuchillo en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades.
      
 
      
            
              34
            
Entonces la tierra reposará sus sábados todos los días que estuviere asolada, mientras vosotros 
estéis  en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus sábados.
      
 
      
            
              35
            
Todo el tiempo que estará asolada, reposará lo que no reposó en vuestros sábados mientras habitabais en ella.
      
 
      
            
              36
            
Y a los que quedaren de vosotros infundiré en sus corazones 
tal  cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de 
una  hoja movida los perseguirá, y huirán como de cuchillo, y caerán sin que nadie los  persiga.
      
 
      
            
              37
            
Y tropezarán los unos con los otros, como 
si huyeran  delante de cuchillo, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos.
      
 
      
            
              38
            
Y pereceréis entre los gentiles, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá.
      
 
      
            
              39
            
Y los que quedaren de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos.
      
 
      
            
              40
            
Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición,
      
 
      
            
              41
            
Yo también habré andado con ellos en contra, y los habré metido en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y rogarán por su pecado;
      
 
      
            
              42
            
y yo me acordaré de mi pacto 
con  Jacob, y asimismo de mi pacto 
con  Isaac, y también de mi pacto 
con  Abraham me acordaré; y haré memoria de la tierra.
      
 
      
            
              43
            
Que la tierra estará desamparada de ellos, y reposará sus sábados, estando desierta a causa de ellos; y ellos rogarán por su pecado; por cuanto menospreciaron mis derechos, y tuvo el alma de ellos fastidio de mis decretos.
      
 
      
            
              44
            
Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, 
yo  no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo el SEÑOR 
soy  su Dios.
      
 
      
            
              45
            
Antes me acordaré de ellos 
por el  pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de los gentiles, para ser su Dios: Yo 
soy  el SEÑOR.