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Después de estas cosas, el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agageo, y lo ensalzó, y puso su silla sobre todos los príncipes que 
estaban  con él.
      
 
      
            
              2
            
Y todos los siervos del rey que 
estaban  a la puerta del rey, se arrodillaban e inclinaban a Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo, ni se arrodillaba ni se humillaba.
      
 
      
            
              3
            
Y los siervos del rey que 
estaban  a la puerta, dijeron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandamiento del rey?
      
 
      
            
              4
            
Y aconteció que, hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, lo denunciaron a Amán, por ver si las palabras de Mardoqueo se mantendrían 
firmes ; porque ya él les había declarado que era judío.
      
 
      
            
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Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira.
      
 
      
            
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Mas tuvo en poco meter mano en solo Mardoqueo; que ya le había declarado el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que 
había  en el reino de Asuero; al pueblo de Mardoqueo.