7
El rey de Israel contestó a Josafat: —Hay un hombre más que podrÃa consultar al Señor por nosotros, pero lo detesto. ¡Nunca me profetiza nada bueno, solo desgracias! Se llama MicaÃas, hijo de Imla. —¡Un rey no deberÃa hablar de esa manera! —respondió Josafat—. Escuchemos lo que tenga que decir.
8
De modo que el rey de Israel llamó a uno de sus funcionarios y le dijo: —¡Rápido! Trae a MicaÃas, hijo de Imla.
9
MicaÃas profetiza contra Acab El rey Acab de Israel y Josafat, rey de Judá, vestidos con sus vestiduras reales, estaban sentados en sus respectivos tronos en el campo de trillar que está cerca de la puerta de Samaria. Todos los profetas de Acab profetizaban allÃ, delante de ellos.
10
Uno de los profetas llamado SedequÃas, hijo de Quenaana, hizo unos cuernos de hierro y proclamó: —Esto dice el Señor : ¡Con estos cuernos cornearás a los arameos hasta matarlos!