5
Asà que el rey de Israel convocó a los profetas, cuatrocientos en total, y les preguntó: —¿Debemos ir a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir? —¡SÃ, adelante! —contestaron todos ellos—. Dios dará la victoria al rey.
7
El rey de Israel contestó a Josafat: —Hay un hombre más que podrÃa consultar al Señor por nosotros, pero lo detesto. ¡Nunca me profetiza nada bueno, solo desgracias! Se llama MicaÃas, hijo de Imla. —¡Un rey no deberÃa hablar de esa manera! —respondió Josafat—. Escuchemos lo que tenga que decir.
8
De modo que el rey de Israel llamó a uno de sus funcionarios y le dijo: —¡Rápido! Trae a MicaÃas, hijo de Imla.