1
Entonces Salomón declaró:«SEÑOR, tú has dicho que habitarías en la oscuridad de una nube,
2
y yo te he construido un excelso templo, un lugar donde habites para siempre».
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Luego se puso de frente para bendecir a toda la asamblea de Israel que estaba allí de pie,
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y dijo:«Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido ahora lo que con su boca le había prometido a mi padre David cuando le dijo:
5
“Desde el día en que saqué de la tierra de Egipto a mi pueblo, no elegí a ninguna ciudad de las tribus de Israel para que en ella se me construyera un templo donde yo habitara, ni elegí a nadie para que gobernara a mi pueblo Israel.