38
y si en la tierra de sus captores se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma, y oran y dirigen la mirada hacia la tierra que les diste a sus antepasados, hacia la ciudad que has escogido y hacia el templo que he construido en tu honor,
36
»No hay ser humano que no peque. Si tu pueblo peca contra ti y tú te enojas con ellos y los entregas al enemigo para que se los lleven cautivos a otro país, lejano o cercano;
37
y si en el destierro, en el país de los vencedores, se arrepienten y se vuelven a ti, y oran a ti diciendo: “Somos culpables, hemos pecado, hemos hecho lo malo”;
38
y si en la tierra de sus captores se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma, y oran y dirigen la mirada hacia la tierra que les diste a sus antepasados, hacia la ciudad que has escogido y hacia el templo que he construido en tu honor,
39
oye tú sus oraciones y súplicas desde el cielo, donde habitas, y defiende su causa. ¡Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti!
40
»Ahora, Dios mío, te ruego que tus ojos se mantengan abiertos, y atentos tus oídos a las oraciones que se eleven en este lugar.