11 Mientras las mujeres iban de camino, algunos de los guardias entraron en la ciudad e informaron a los jefes de los sacerdotes de todo lo que habĂa sucedido.
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y les encargaron: «Digan que los discĂpulos de JesĂşs vinieron por la noche y que, mientras ustedes dormĂan, se robaron el cuerpo.
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Y si el gobernador llega a enterarse de esto, nosotros responderemos por ustedes y les evitaremos cualquier problema».
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AsĂ que los soldados tomaron el dinero e hicieron como se les habĂa instruido. Esta es la versiĂłn de los sucesos que hasta el dĂa de hoy ha circulado entre los judĂos.