25
Las tropas de Abner, de la tribu de Benjamín, se reagruparon allí en la cima de la colina para tomar posiciones.
26
Abner le gritó a Joab: —¿Es inevitable que nos matemos unos a otros? ¿No te das cuenta de que lo único que produce es amargura? ¿Cuándo vas a ordenar que tus hombres dejen de perseguir a sus hermanos israelitas?
27
Entonces dijo Joab: —Si no hubieras hablado, solo Dios sabe lo que habría pasado, porque los habríamos perseguido toda la noche de ser necesario.
28
De manera que Joab tocó el cuerno de carnero, y sus hombres dejaron de perseguir a las tropas de Israel.
29
Durante toda esa noche Abner y sus hombres retrocedieron por el Jordán. Cruzaron el río Jordán y viajaron toda la mañana sin detenerse hasta llegar a Mahanaim.