19
así que David consultó al SEÑOR:—¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder?—Atácalos —respondió el SEÑOR—; te aseguro que te los entregaré.
17
Al enterarse los filisteos de que David había sido ungido rey de Israel, subieron todos ellos contra él; pero David lo supo de antemano y bajó a la fortaleza.
18
Los filisteos habían avanzado, desplegando sus fuerzas en el valle de Refayin,
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así que David consultó al SEÑOR:—¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder?—Atácalos —respondió el SEÑOR—; te aseguro que te los entregaré.
20
Entonces David fue a Baal Perasín, y allí los derrotó. Por eso aquel lugar se llama Baal Perasín, pues David dijo: «El SEÑOR ha abierto brechas a mi paso entre mis enemigos, así como se abren brechas en el agua».
21
Allí los filisteos dejaron abandonados sus ídolos, y David y sus soldados se los llevaron.